Por Angela Berrocal
@angieluxd
« Mi madre, poco sabe de marcas, mucho sabe de branding » – @AngieluxD
La mayoría sabemos o -por lo menos percibimos- que la figura principal en la publicidad gira entorno a la mujer. De acuerdo al texto “La publicidad y la mujer”, en un 70 % y se supone que es ella quien tiene la decisión de la compra en un 80 %. Entonces, ¿por qué no hablar de ella?.
❤ Mi madre ❤
–sí, la llamo ‘madre’ y no ‘mamá’ (como por lo general se estila)–
Mi madre o cada una de nuestras madres actúa como referente en nuestras vidas. Hablando de la mía, es toda una locura. No digo que esté loca -quizás, ¿quién sabe?, ¿quién en su sano juicio tiene 4 hijos y una gata?-. Es todo un referente para mí. Es académicamente sobresaliente, hasta ahora tiene esa curiosidad de seguir aprendiendo (es un monstruo, no “comegalletas”, es un monstruo “comelibros” #DevoraInformación”). Es un ángel, capaz de ayudar a los más necesitados (si les contara… Cuando vivía con ella, llevaba gente a la casa, por temporadas muy largas, pues tenían algún familiar enfermo y como eran del interior del país – con escasos recursos- no tenían cómo costear un lugar en la capital y ella proveía techo y comida). Es una chef, a decir verdad, una maestra de la cocina, hace MA – GIA :). Es un pulpo, bastante #multitasking. Es educadora, con sus frases célebres que roban más de una sonrisa. Es muchas cosas y también es mi mamá.
Hablar de las madres es todo un mundo. Son humanas, sí, con muchos defectos y virtudes como nosotros, solo que el simple hecho de ser ‘nuestra madre’, le da el toque de gracia y perdón universal. Son omnipresentes – a pesar de la distancia- pendientes de nosotros. Y con todo y sus cosillas locas, las amamos.
Hablar de marcas, es hablar de madres. Nuestros prejuicios y opiniones preconcebidas, al respecto, nacen con ellas. Desde: por qué eso y no aquello. Las comidas, gustos y sabores también tienen origen en casa, nuestro paladar se forma ahí y se amplía en el mundo. Nuestros sonidos favoritos, los oímos desde panza. Y así, nuestros sentidos son o han sido formados en nuestro hogar, desde que somos tiernitos y ampliados por nuestra experiencia, hasta que dejamos de serlo.
Antes de finalizar, debo destacar la frase “Lo que se hereda, no se hurta”, de aquello debo mencionar que el lado más amable lo heredé de mi mamá y el más barrio -acabo de descubrir- fue herencia de la abuela. Con eso quiero decir que no solo las marcas deben enfocarse en nuestra heroína, sino en la mamá de ella. FIN ;).