Por Carlos Mellado G
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A menudo nos complicamos en cosas sencillas. ¿No te ha pasado que luego de complicarte muchas veces buscando una solución elaborada e ‘inteligente’ llega alguien y propone algo tan simple que nunca viste? Muchas veces, solo debemos ver los problemas como si fuéramos niños y darles la solución más simple y divertida.
Debemos observar con atención nuestro entorno más básico, la naturaleza tiene mucho que enseñarnos como un ejemplo de ingeniería de lo simple donde son poquísimas cosas las que están de más. Sin duda, algo de lo que tenemos mucho que aprender.
A nivel de marketing aún nos ‘complicamos’ en aspectos como por ejemplo:
- Creación de marcas
- Diseño de producto
- Cadena de distribución
- Publicidad
Uno de los casos por excelencia en cuanto a ‘simplicidad’ se refiere es Apple. La empresa de la manzana tiene mucho que enseñarnos sobre los 4 puntos que te mencioné previamente. Veámoslo a continuación:
- La creación de marca Apple no siguió ningún proceso de agencia.
- El diseño de los productos de la marca destaca sobre otros de la categoría por la simplicidad a todo nivel.
- La cadena de distribución es controlada por completo por la empresa. Abarata costos e incrementa márgenes.
- Su publicidad es – particularmente – una de las más eficientes con casos icónicos como la del iPod (quizás una de las más simples y rentables).
Para otras marcas, el riesgo está presente en mucho de lo que hacen pues olvidan un principio de las preferencias humanas: Las personas buscan soluciones. Una verdad básica – y hasta obvia – que muchas veces se deja de lado.
Por supuesto, Apple es Apple y Jobs era Jobs, pero no hace falta complicarnos tanto en cosas sencillas, ¿no?
En fin, “la simplicidad es la máxima sofisticación”.
MarketerosPE 