Por Carlos Mellado G
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La mejor estrategia en un papel no vale nada si no tiene una excelente ejecución en la realidad. No se trata del tamaño de tu presupuesto ni del tamaño de tu empresa, se trata de ejecución.
Dicen que “al mejor cazador se le va la liebre” y es una excelente forma de decirnos que, sin importar lo ‘excelentes’ que podamos ser haciendo una u otra actividad, algo puede salir mal y eso es lo que le pasó a una de las marcas más conocidas del deporte: Adidas.
Veamos lo que pasó desde el inicio:
¿Te diste cuenta del error? Si aún no te has dado cuenta, seré más directo: Columbia. ¿El nuevo equipo de James? Pues no, se trata de un error – evidente – de Adidas (o de algún proveedor suyo) al escribir el nombre de la selección de Colombia. Un error que, por supuesto, asume la marca contratante del servicio – una de la que no se esperan este tipo de errores –.
Este error despertó ciertas susceptibilidades en muchas personas. Para muestra, puedes revisar el hashtag creado debido a este error: #ItsColombiaNotColumbia. En este hashtag se han sumado usuarios, sino otras marcas con mensajes alusivos a este error. Veamos unos casos:
Aunque algunos pueden pensar que se está sobre reaccionando ante esta situación, Adidas no lo tomó a la ligera por la relación que tiene con la Federación Colombiana de Fútbol desde 2011 y por la participación que tiene el mercado colombiano en la región para la marca alemana.
En esta situación de crisis en medios, la respuesta de Adidas no se hizo esperar y publicaron unas disculpas por este error que fue publicada en el diario The Washington Post:
«Valoramos nuestra colaboración con la Federación Colombiana de Fútbol y nos disculpamos por nuestro error. Hemos retirado la publicidad e instalaremos con diligencia nuevas versiones en el día de hoy».
Es de grandes admitir un error y Adidas respondió rápidamente ante este incidente que podía afectar la posición de su marca en todo un país. Como todo en la vida, no se trata de pedir disculpas sino, de aprender bien la lección. A continuación comparto contigo 4 lecciones de este caso:
- No basta con tener diseñada tu estrategia en un documento, tienes que asegurar cada punto de la ejecución.
- No todo depende de ti – tampoco se trata de que así sea – pero, si vas a subcontratar un servicio o proceso, establece las validaciones de calidad que sean necesarias.
- Establece los canales de comunicación apropiados para que cualquier error por corregir te sea comunicado de manera oportuna.
- No importa el proyecto que estés ejecutando, considera los posibles errores que puedan surgir y prepárate.
La posibilidad de cometer errores sigue siendo la misma que hace algunos años, incluso con todos los avances tecnológicos, el error humano – en mayor o menor medida –aún estará presente por mucho tiempo. Considera las cuatro lecciones que nos deja este caso cuando estés planeando tu siguiente proyecto.

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